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En Colombia un amplio sector de la población suele realizar sus transacciones principalmente en efectivo. La penetración de internet y la oferta de servicios digitales a los clientes de los bancos avanza… a paso lento.

La COVID-19 supuso un drástico cambio en el panorama de la inclusión financiera.

Como consecuencia directa de la pandemia, se ha producido una amplia migración de los clientes a los servicios digitales, incluidos banca online y e-commerce.
 
Según Asobancaria, debido a la emergencia económica y al aislamiento por el coronavirus, 2 millones de colombianos se bancarizaron durante el primer semestre de 2020.

Lo lamentable es que simultáneamente ha aumentado la posibilidad de delitos como el fraude en la banca online en la región.

Gato y ratón

Los fraudes más comunes, incluidos los ataques de ingeniería social, como el phishing bancario, serán, de repente, extremadamente efectivos.

Los estafadores pueden cometer el fraude desde cualquier lugar del mundo. Los clientes nuevos no tienen experiencia en los servicios online y no saben qué actividades evitar.

El juego del gato y ratón que han jugado bancos y criminales en países en los que banca y fraude online han progresado juntos no será el mismo.

La rápida bancarización de Latinoamérica atraerá a ciberdelincuentes organizados, altamente cualificados y extremadamente bien equipados de todos los rincones del mundo para eludir las rudimentarias medidas de ciberseguridad y perpetrar sus fraudes en la banca online.

Es por esto que los bancos en toda Latinoamérica deben priorizar la seguridad durante este periodo de incertidumbre para evitar enormes pérdidas en nombre de sus clientes y daños a sus negocios como consecuencia de una pérdida de confianza que será difícil rectificar.

Cada vez más sofisticados

Esto es posible yendo un paso por delante de las sofisticadas técnicas de los fraudsters mediante la adopción de medidas de seguridad avanzadas que garanticen que pueden mantener la seguridad de los ahorros de sus clientes.

La única forma de asegurar la protección contra el fraude en la banca online es garantizar que los clientes son quienes dicen ser y evitar robo o manipulación de su identidad.

Solo así pueden evitar ataques especialmente sofisticados, como los que incluyen troyanos de acceso remoto (RAT), en los que se puede secuestrar la cuenta de un usuario en la banca online en plena sesión o se puede introducir malware en una sesión.

En este sentido, es importante que adopten soluciones que combinen el deep learning y la biometría del comportamiento para verificar correctamente la identidad de un usuario durante toda la sesión en línea analizando miles de parámetros únicos del comportamiento típico de cada usuario, como, por ejemplo, la forma en la que teclea su nombre o mueve el mouse.

Gracias al deep learning, la solución va ganando precisión cada vez que el usuario inicia sesión.

Además, la identidad del usuario se puede verificar de forma constante e imperceptible, para que no haya fricciones con la experiencia de usuario.

Los bancos de Colombia pueden asegurarse un éxito duradero después de la pandemia, en el que el cambio a los servicios de banca online se considere un avance sin reservas, con la plena confianza de sus clientes.

Colaboración de Luisa Esguerra, Vicepresidente para Latinoamérica de Buguroo
 

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